Enfrentarse con un problema de ruidos no es nada fácil. No solamente nos encontramos frente al ruido si no que, además, nos sentimos muy mal ante el mismo, lo cual, muchas veces, hace que no podamos pensar con claridad y actuar en consecuencia.

Hay que ser capaz de ver la situación desde la perspectiva adecuada, actuar y sobretodo perseverar.

Para empezar debemos pensar que no tiene porqué ser un problema sin solución, hay leyes que nos protegen y tenemos que echar mano de ellas. Enfocando el problema de forma correcta podremos hacer mucho.

Los cuatro pasos que deberíamos dar siempre sea cuál sea el tipo de ruido

  1. En primer lugar debemos intentar negociar con el causante del ruido exponiéndole la situación que estamos viviendo debido a su conducta –si el ruido ocurre en una Comunidad de vecinos, ya sea procedente de un piso o de un local, podemos también reclamar la ayuda del Presidente de la Comunidad y del Administrador-.
  2. Si lo anterior no surte efecto es momento de recabar todos los datos y pruebas posibles de cara a una eventual reclamación administrativa y/o judicial. Debemos tener bien determinado el origen del ruido y al causante del mismo. Una prueba esencial es la medición acústica realizada por profesional en la materia.
  3. Seguidamente reclamaremos, preferiblemente, por escrito ante la Administración competente, que casi siempre es el Ayuntamiento de nuestra localidad. En paralelo será conveniente, en muchos casos, mandar un requerimiento escrito al causante del ruido, por ejemplo vía burofax con certificación del contenido.

    En muchos casos la Administración investiga los hechos pero no debemos descartar que no nos arregle el problema por lo que tendremos que acudir al siguiente paso. En ambos casos es muy recomendable que los escritos sean elaborados por un abogado especialista en asuntos de ruidos / contaminación acústica.
  4. En caso de que la Administración no arregle, de forma efectiva, el problema o que el causante del ruido no haga caso a nuestro requerimiento tendremos que optar por la vía judicial. Para ello será necesario contratar a un abogado especialista en asuntos de ruidos / contaminación acústica que nos guiará tanto en la elección del tipo de procedimiento más adecuado, que por regla general será un pleito civil o contencioso-administrativo sin descartarse la vía penal en los casos más graves en que se pueda probar la comisión de un delito.

En los últimos años se han dictado gran cantidad de sentencias favorables a los intereses de los perjudicados por ruidos. Como decíamos al principio es muy importante perseverar en la lucha y defensa de nuestros derechos. Eso sí, es necesario preparar muy bien toda nuestra prueba y la estrategia de actuación frente a los tribunales.