Algo que llama mucho la atención en temas de problemas de ruido es la gran pasividad o inactividad de la Administración pública, generalmente de los Ayuntamientos. A veces raya lo indecente.

Muchísima gente se queja de lo mismo. Acuden ante su Ayuntamiento en busca de ayuda pensando que la recibirán y lo único que encuentran es una total dejación de funciones lo cual crea una enorme sensación de impotencia.

Nuestra jurisprudencia está llena de sentencias en las que se condena a un Ayuntamiento por no hacer lo debido y también de sentencias en las que se condena, directamente, a Alcaldes y Concejales por delitos de prevaricación, etc. etc. ante situaciones graves de contaminación acústica. Nada nuevo bajo el sol.

Muchas pueden ser las causas de este incomprensible fenómeno pero las más habituales suelen ser el desconocimiento real de la normativa y la creencia falsa de que es difícil aplicarla, el amiguísimo, el politiqueo ya que por ejemplo cerrar un local que hace ruido es impopular y porque no decirlo, la corrupción. Todo ello crea una sensación de impunidad a los causantes de los ruidos, pero no debería ser así.

¿Qué se puede hacer ante ello? Insistir, Insistir e Insistir. Hacerle ver a la Administración que ella es la responsable de inspeccionar –dentro de su labor inspectora entra la de hacer mediciones acústicas ella misma o pidiendo auxilio de organismos especializados-, dictar medidas preventivas y en su caso sancionar. Por supuesto si la Administración no atiende nuestras peticiones habrá que acudir ante la vía judicial pertinente.

Tanto la normativa estatal como la de algunas de nuestras Comunidades Autónomas, es muy clara en delimitar las competencias y desde luego obliga a la Administración a actuar. Incluso en muchos casos de ruido vecinal, no solo de ruido proveniente de una actividad, cuando aquél supera los usos locales comunes o lo establecido en Ordenanzas, algunas leyes se pronuncian y dicen, claramente que la Administración debe actuar. Que no nos cuenten otra cosa.

Recuerde además una cosa, la Policía Local, desarrolla, casi siempre, una labor inestimable pero no por ello sus miembros son expertos en Derecho. Por mucho que le digan que ellos no pueden actuar, hágales ver, con suma educación que quizá la normativa no dice eso.